Reseña. CARMEN CONDE



-En este país hay vocación funeraria, seguro que escribirán de mí cuando yo me muera.Carmen Conde Abellán (Cartagena, 1907-Madrid, 1996)-Carmen Conde Abellán (Cartagena, 1907-Madrid, 1996), también conocida bajo firma con seudónimos como Florentina del mar, pasó a la historia como la primera mujer que pudo entrar en la Real Academia Española (1979). Conde ha sido valorada y premiada como poetisa, como escritora de cuentos, de ensayo y de novela, como periodista e incluso como guionista para televisión, no siendo, sin embargo, su labor como dramaturga igualmente estudiada, por lo que la mayoría de su producción teatral permanece inédita a pesar de poseer más de una veintena de obras. En contacto con el ambiente teatral y literario,progresista y feminista, la escritora fundó junto a su marido, el poeta Antonio Oliver, la Universidad Popular de Cartagena, mantuvo estrechas amistades con los creadores más importantes de la época (Miró, Pablo Neruda, Camilo José Cela…) y asistía a las sesiones del Lyceum Club Femenino (Madrid, 1926-1939) junto a otras mujeres intelectuales y escritoras. Con obras comprometidas inspiradas en muchas ocasiones en sus propias vivencias, se interesó por todas las fórmulas del teatro de su tiempo, aunque sólo pudo llevar a los escenarios sus textos infantiles. En 1932, valiente y reivindicativa autora, escribe Mineros, un drama social que critica el duro trabajo en las minas de La Unión (Cartagena). Conde, que pertenece a la llamada «generación del 36», compuso tres obras inspiradas en el horror y la profunda tristeza de la guerra que cuestionan el sentido de la muerte y el dolor: Oíd a la vida (1936), Tras de la perdida gente (1937) y El Llanto (1938). En 1946 escribe Prólogo (Óleo), una crítica al rencor generado en la sociedad española tras la guerra. Conde quería enseñar a los niños, en palabras de la autora, a no avergonzarse de tener “imaginación lírica” y comienza a escribir obritas dramáticas infantiles hacia 1935 (¡Kikirikí! y el volumen La madre de los vientos), pero su primer texto para niños editado será Aladino (1944), que había sido ya estrenado con éxito de crítica el año anterior en el Teatro Español de Madrid. En los años 50 estrena con aplauso su auto de Navidad Belén y en 1961 le conceden el Premio Doncel con la publicación de su texto teatral infantil A la estrella por la cometa. Conde hará referencia a temas bíblicos y religiosos desde nuevos sentidos laicos y transgresores con algunas de sus obras más provocadoras, entre ellas() Nada más que Caín (1960), donde poéticamente la dramaturga replantea la culpabilidad de Caín , o La madre del hombre (1974), en la que un personaje de María actualizado pide justicia a favor de los oprimidos para que la muerte de su hijo perseguido tenga un sentido. La escritora también realizará una serie de adaptaciones como Reunión de familia, de T. S. Eliot (The Family Reunion). o su versión de La Celestina. Su última obra teatral, Teresa de Jesús y su divina pasión (1982) constituye un homenaje a una escritora mística y emprendedora; Conde se despide así del teatro haciendo honor a su propia vida de pasión literaria y de lucha por alcanzar un lugar reservado a muy pocas mujeres creadoras. Sus piezas, con estructuras a veces inacabadas, destacan por la belleza de su lirismo y por plantear conflictos humanos eludiendo personajes y personificando pasiones o ideas, y en sus planteamientos siempre defiende el derecho de cada uno a decidir en libertad . La autora es contemporánea a otras dramaturgas como Dora Sedano, Julia Maura, Mercedes Ballesteros, Luisa Mª Linares, Mª Isabel Suárez de Deza o Carmen Troitiño.
CONDE, Carmen. Nada más que Caín. Murcia: Servicio de Publicaciones, Universidad. 1995.
__A la Estrella por Cometa. Madrid: Doncel. 1961.

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