Teatro.Neveras.(Fragmento)
NEVERAS
(Fragmento)
(…)
MÓNICA:
Isabel ¿Tienes un sudoku?
ISABEL:
No
MÓNICA:
¿Podrías comprarme uno en el quiosco?
ISABEL:
No
MÓNICA:
Ábreme, mujer…
ISABEL resopla y abre la nevera, dentro, la cabeza parlante de MÓNICA reposa cortada sobre un plato.
MÓNICA:
Tienes un carácter, chica, luego dices que te salen mal las historias. Mujer, es que no paras de darle al tarro todo el tiempo. Te vas a volver loca…Y luego pasa lo que pasa. Explotas por otro lado.
Vas con un humor de perros por la vida y la energía no fluye. No estás en la wave, Isabel. Te van a salir arrugas en la cara.
ISABEL:
¿En la qué?
MÓNICA:
En la wave, Isabel, en la onda de los acontecimientos. Tienes que aflojar, tienes una tensión que pa qué…
¿Cuánto te ha durado el último? ¿Una semanas?
ISABEL:
No. Dos.
MÓNICA:
¿Dos?
ISABEL:
Vale. Una y media. ¿Que más te da, puta inútil?
MÓNICA:
Una semana, Isabel. Fíjate, nena. Una semana y aquí lo tenemos hecho pedacitos. Chóped pa el lote.
Menudo berrinche te has cogido. ¿Me estás oyendo, Isabel? Y total, ¿para qué?...No tiene sentido. ¿Tú te acuerdas de lo que dijiste la última vez? Isabel, me dijiste literalmente “Ya no vuelvo a tomarme estos disgustos”… ¿Y esto? Isabel, ¿y esto qué es?...
Y encima, lo peor es que es un engorro, Isabel, manchando toda la casa para nada. Y aquí ya no cabe nada más. Que nunca piensas en mí y al final soy yo la que tiene que ver las bolsitas todo el día. Que no te creas que me hace gracia.
Me estresa la falta de espacio. Sufro Claustrofobia y lo sabes. Pero, claro, la señorita sólo está pendiente de sus crisis sentimentales y las amigas no importamos nada.
ISABEL:
No empieces…
MÓNICA:
No fluyes, Isabel, no fluyes. Ráscame la frente, anda, que me pica.
ISABEL se levanta y le rasca.
Ahí, un pelín más arriba. Más. Ahí. Pues eso. Que no fluyes. Tienes que parar con todo esto. Pasa un tiempo sin nadie. Dependes mucho de los tíos.
ISABEL:
Mira quién habla. Te recuerdo que hace un par de años eras tú la que tenías cuatro o cinco bolsitas de congelados con tíos que ni te acuerdas de cómo se llaman. Cacho puta.
MÓNICA:
Perdona. Yo no me avergüenzo de acostarme con quién me dé la gana. Estamos en el siglo XXI, Isabel, es sólo sexo. ¿Para qué me voy a acordar de los nombres? El sexo es sano. Lo que no es sano es buscar novios donde sólo encontrarás polvos. Que el amor ya no funciona. Nadie se compromete con nadie. A ver si espabilas, Isabel, a ver si fluyes…
ISABEL:
Me importa una mierda que sean polvos, novios o lo que te salga del coño. Lo que digo es que dejabas la cocina que daba gusto. Te recuerdo que una vez te dejaste un dedo debajo del sofá. Qué puto asco.
MÓNICA:
Ya estamos. A saber de quién era el dedo. Que no tenía nombre. Podía ser tanto tuyo como mío.
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